Tras seis meses de reclamo los vecinos del barrio El Mirador y Altos de la Villa de Rada Tilly continúan a la espera de soluciones por parte de la municipalidad, luego de la aparición de roedores provenientes del basural dentro de sus hogares.

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“No podemos vivir con el temor de que pueda pasar algo grave, por día sacamos dos o tres ratas del patio de nuestras casas”. Nos comentaba Claudia Miranda, vecina del barrio El Mirador.

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El hecho que detonó la preocupación por parte de los habitantes fue la viralización de un video en diciembre del 2018, en el que se pueden observar centenares de roedores avanzando hacía adentro

del predio del basural. Esta filmación fue realizada por ciudadanos que en búsqueda de pruebas se acercaron al predio, durante la noche, para dar cuenta de la situación.

 

Ante la proliferación de ratas, el 18 de febrero del corriente año se movilizaron en la rotonda de ingreso, ubicada en la avenida Brown y Onas, para reclamar su cierre. “Necesitamos que el municipio le de

otro tipo de tratamiento a los residuos sólidos urbanos porque los iglúes no funcionan como medida para reducir la contaminación. Separamos el plástico, el cartón y el vidrio, pero el problema es la basura orgánica que se acumula en el basural y alimenta la invasión.”

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Una de las manifestantes cuestionaba las medidas tomadas por parte de la Municipalidad: “Por un lado, continúan alimentando a las ratas con el basural, pero por otro nos piden que colaboremos manteniendo la limpieza de nuestros patios sin brindarnos algún tipo de ayuda”. A su vez, otro de los testimonios aseguró que las ratas tienen un tamaño de aproximadamente 30 cm por lo que deben comprar cebos y trampas para poder poner en los lugares más comunes por donde ingresan a las viviendas, gastando 

aproximadamente entre 2.500 y 3.000 pesos por cada patio.

 

Como medida para rastrear los roedores uno de los vecinos diseñó una aplicación para celulares que permite conocer las distintas ubicaciones por dónde se desplazó la plaga. Esta aplicación les

permite distinguir el tipo de roedor y mantener de alguna manera controlada la zona más afectada.

 

Por otro lado, se realizó una junta de firmas para entregar un petitorio al Concejo Deliberante, reclamando la gestión del cierre del basural, para poner fin a esta problemática a través de acciones efectivas y concretas.

 

A pesar de todas las acciones llevadas a cabo, los vecinos continúan sin respuestas a un pedido histórico de hace más de veinte años. “Es una cuestión de salud, la orina de la rata es sumamente peligrosa. Lo único que queremos es vivir entranquilidad”.